Dos historias unidas por un proceso común: el duelo. Una madre y una abuela que ya no están, pero cuyas voces aún pueden ser escuchadas y sus presencias evocadas. Pues, junto con su recuerdo, nos acompañan sus gestos, todas las palabras dichas y las quedaron por decir. En estas páginas se unen una hija y una nieta para narrar, cada una, a modo de homenaje, sus propias miradas sobre aquellos ecos que dejaron en sus vidas estas mujeres tras su partida.