Durante toda su vida, Alison Bechdel ha buscado un secreto escurridizo. Ha rastreado en sus libros preferidos, en las vidas de sus ídolos, en el celibato, en el poliamor, en el activismo y en la terapia psicológica, pero sobre todo en su pasión casi obsesiva por hacer ejercicio: esquí, running, kárate, ciclismo, yoga… lo que fuera. Sin embargo, al hacerse mayor, el cuerpo ya no siempre le sigue, quizá porque el secreto más importante de todos no esté donde una espera.