Algunas de las historias de Junji Ito son tan vívidas que se graban para siempre en la memoria. No sería difícil identificarse con el hombre que tiene sueños largos, pero el aspecto que va adquiriendo en el transcurso de la historia es de lo más impactante, como también lo son la grasa que impregna la historia de Glicérido y que parece engancharse al lector a medida que va leyendo, la música de Una canción magnífica en la oscuridad, un ejemplo escalofriante de cómo a veces no podemos quitarnos una canción de la cabeza, o las imágenes de los cuerpos chafados que aparecen en Una historia aplastante. Completan el volumen algunas muestras del humor de Junji Ito.