A través de una multitud de universos paralelos, oscuras fuerzas operan en la sombra, manipulando las historias de la humanidad en incontables líneas temporales. Los agentes de estos disruptivos trabajan con un único propósito: la recuperación y activación de Fuegohielo, un artefacto del juicio final largo tiempo escondido y con poderes inenarrables, capaz de consumir la galaxia en todas sus encarnaciones. El único que puede contrarrestar las intenciones de los disruptivos es Luther Arkwright, una anomalía humana que sólo existe en un universo y con unos poderes psíquicos capaces de enfrentarse a los planes de aquéllos.