Manuel cuenta la gestación de una escultura a partir de la emoción surgida del encuentro entre dos personas: el propio Rodrigo y Manuel. La historia, dibujada sin texto, fue publicada por primera vez en la revista La Luna de Madrid en capítulos de cuatro páginas mensuales durante el año 1984. Su publicación supuso un hito histórico en el incipiente proceso de liberación de las relaciones afectivas que tuvo lugar en aquellos trepidantes años y que hoy continúa siendo un momento culminante de esa representación. La exhibición de la escultura de Manuel en la segunda edición de Arco en 1983 produjo en este mismo sentido una verdadera conmoción.