Durante los últimos años, Lorenzo Montatore ha demostrado una capacidad inusual para la combinación de referentes variados. Así, en sus obras se aprecia el influjo de clásicos de la literatura, figuras clave del humor gráfico, la historieta, la música y, por supuesto, los videojuegos de 8 bits. Todo ello puesto al servicio de una aproximación al lenguaje del cómic sumamente original, que ha suscitado el elogio de colegas de profesión y de la crítica.