Tras el primer volumen de la serie, El frenopático, Lisa Mandel sigue indagando en el peculiar mundo de la enfermedad mental. Con los años 70 llegan reformas en el ámbito de la psiquiatría: el enfermo ya no es un loco, sino una persona que sufre, y los enfermeros se convierten en algo más que los vigilantes de una cárcel. Pero ese acercamiento más humano a la enfermedad mental tardará muchos años en asentarse y todavía queda un largo camino por recorrer para que mejoren las condiciones de vida de los enfermos.