En plena transición política, en el Ateneo Libertario de Mantuano, una antigua sede falangista que ocupan en el barrio de Prosperidad (Madrid), un grupo de estudiantes crearon un insólito frente musical y cultural en el que plasmaron, por medio de canciones, fanzines y panfletos, su interés por la ciencia ficción y los movimientos de vanguardia de principios del siglo XX, como el futurismo, constructivismo, dadaísmo o espacialismo. Los periodistas que se acercaban a verlos se quedaban estupefactos: salían a escena (y en ocasiones vestían así a diario) con trajes de astronauta o insólitos uniformes de trabajo y se movían como robots...