No todas las representaciones escritas recogidas en este volumen corresponden, en rigor, a la definición estricta de onomatopeya, por lo que es obligado señalar que en este libro hemos decidido seguir un criterio laxo, favoreciendo la inclusión sobre la exclusión y apropiándonos no sólo de las onomatopeyas puras, sino también de sus frondosos «entornos». De esa inmensa riqueza, tanto plástica como semiótica, se han nutrido las páginas de este libro.