En Mu-Dhara ha nacido un niño muy peculiar. Se llama Alef-Thau y no tiene ni brazos ni piernas, pero los augurios predicen que le espera un gran destino. Alef-Thau tiene que usar la fuerza del amor y su valor para superarse y conseguir las extremidades que le faltan, y que le llevarán a cambiar la existencia de todos los que le rodean.