Hágase la luz es prueba de que las mejores historias nunca mueren. En esta atrevida reescritura del Génesis, Dios es una mujer: Diosa. No es perfecta y, como suele ocurrir, a veces duda de sí misma. También se siente sola. ¿Qué significa ser humano?, ¿cuál es nuestro propósito?, ¿cómo debemos tratarnos los unos a los otros? Las grandes preguntas de la Torá y del Antiguo Testamento todavía son las nuestras, y con perspicacia, humor y un trazo enternecedor, Liana Finck combina la sabiduría del texto original —que sigue de cerca— y la irreverencia propia para ofrecernos una versión tan contemporánea como espiritual del mayor superventas de la historia.