Esta vez, el torpe y canijo detective Jack Palmer trabaja como guardaespaldas para un millonario coleccionista de arte; y lo que podría haber sido una magnífica estancia en Bretaña, se convierte en una auténtica catástrofe. Jack se ve envuelto en dos nuevos sucesos: la misteriosa muerte de un empresario y un crimen contra una obra de arte por cuya compra competían las mayores fortunas. Una caricatura sobre un tema tan polémico como el coleccionismo y la compra venta de obras de arte se intercala con las particularidades locales de los habitantes de la región.