En Las edades de la rata, la obra más madura y sólida de Martín López Lam, la habilidad gráfica del autor se pone al servicio de una narración que trata sobre la expatriación y el desarraigo, y donde caben los fantasmas, las sagas familiares, los encuentros y reencuentros y, por qué no, un realismo mágico de nueva generación que sobrevuela todo el relato.