A través de las ventanas de la memoria —literales y figuradas—, Adrien Parlange cuenta la emotiva historia de toda una vida, de cualquier vida, de cada una de las vidas. Como ecos decisivos, los recuerdos disparan los grandes momentos de toda una vida, que desfilan ante nosotros, evocadores y juguetones, saltando de uno a otro para detenerse en el amor, la amistad, las sensaciones intensas, los sobresaltos, las impresiones persistentes, los reflejos de la felicidad y del fracaso.