El conocido por algunos teóricos y editores como boom del cómic adulto, fue el último momento en que el cómic pensado para quiosco tuvo un carácter masivo en España, gracias a revistas como El Víbora, Cairo o 1984. Durante las décadas de los años setenta y ochenta estas publicaciones fueron la base del sistema editorial, además de «medio de vida y escuela», en palabras de Max, para muchos autores.