Bastaron cuatro años y cuatro discos para que Janis Joplin se convirtiera en una leyenda. Una estrella fugaz que surgió del cielo psicodélico de los sesenta y cuya luz se extinguió bruscamente en la plenitud de su éxito. Janis Joplin, la dama blanca del blues, no logró sobrevivir a sus sueños ni a sus adicciones. Cincuenta años después de su muerte, su devastadora historia, su deseo insaciable de ser amada, nos atrapa y emociona como lo hace su voz desgarrada en los versos de Kozmic blues o Ball and chain.