Hospitales desiertos, bosques apacibles, parkings detrás de centros comerciales, casas en venta, autobuses bajo la nieve, canales de televisión ocultos, objetos encontrados, polígonos industriales, videojuegos sin jugadores. George Wylesol puede encontrar lo inquietante en todo esto, espacios liminales con algo esperando a la vuelta de la esquina. Pero en las historias de Maleficio, hallamos también una nostalgia extraña, hauntológica y emocional, por edificios abandonados o el antiguo internet.