Pepe Mujica se inició como joven militante en partidos tradicionales, se volcó al partido comunista y luego a la izquierda armada, primero con torpes intentos de guerrilla urbana con objetivos a la Robin Hood, luego con golpes más ambiciosos. Fue apresado cuatro veces, recibió seis disparos y fue dado por muerto y se escapó dos veces de la cárcel, la segunda de las cuales fue la huida más emblemática de la historia. Estuvo once años preso y aislado, al borde de la locura, y se transformó para volver a la vida civil, luego a la política y finalmente llegar a la presidencia y convertirse en un líder mundial. Pero siempre, desde su infancia y hasta hoy, cultivando flores tal y como le enseñó con su madre.