Un tebeo al estilo de la sociedad estadounidense de los años 50 de amas de casa pluscuamperfectas, chalés de una planta con jardín y valla blanca, maridos que dicen pasar más tiempo en la oficina del que realmente pasan, cuando en realidad están buscándole cobijo fuera de casa a su churrito bailarín… todo esto insuflado con los temas que maneja habitualmente Heshka, amén del falso puritanismo: ciencia ficción retro futurista, mutaciones, seres deformes, violencia y pasión, como si se tratara de uno de esos tebeos que ponían de los nervios a los legisladores más puritanos de los Estados Unidos que acabaron implantando el Comics Code y haciendo de la quema de tebeos una demostración de rectitud y salvaguarda de la decencia y la moral cristianas.