Hace solo unos años, Manu Larcenet estaba en la cima del cómic mundial. ¡Era el Puto Amo! Pero eso era antes, cuando aún tenía ideas. Hoy es un artista acabado y su imaginación no es más que un pozo seco. Pero ser un artista acabado tiene su ciencia, sobre todo cuando pretendes rehacer tu carrera y volver a la cima. Solo necesitas una idea genial. Y delirios. Y ansiolíticos. Y una larga estancia en un psiquiátrico.