Cuando Isherwood Williams, un graduado en geografía, vuelve de unas vacaciones descubre que todo el mundo está muerto, victima de un virus. Va a la deriva, observa la degradación del paisaje, plagas de insectos y roedores, y al regresar a San Francisco, encuentra a una sobreviviente y forman una pareja y tienen hijos que vuelven a la manera de vivir de los nativos americanos, completando un círculo. Ish queda como único testigo al pasado y recuerda que "los hombres van y vienen, pero la tierra permanece". Esta hermosa meditación sobre la ecología, el pasado y la inexorabilidad del cambio, es una de las obras maestras de la ficción especulativa de todos los tiempos.