A principios de los años sesenta, Harvey Pekar era crítico de jazz y coleccionista de discos viejos para redondear sus ingresos mensuales. Conoce entonces a Robert Crumb y descubre el cómic underground norteamericano. Fascinado por las posibilidades que ofrece el medio, desarrolla unos cuantos años más tarde un proyecto de cómic autobiográfico e, incapaz de dibujarlo, convence a Crumb y a dos dibujantes de Cleveland, Gary Dumm y Greg Budgett, para que ilustren las primeras historietas. En 1976, decide autoeditar su muy pronto mítica serie, American Splendor, en la que participará la élite de la escena independiente norteamericana.