RAaAás, rIIs, riás, RRRaAaáas, rRRriááás. Así suenan los dibujos del visir del Tumba Swing cuando rasga la celulosa a plumillazos. Sin tirar de cartas del tarot ni de baraja española, Don Rogelio J. nos hace un croquis de un presente-futuro tan descabellado como factible. Una sociedad en la que los cuerpos de seguridad están formados por huérfanos que han sido criados y aleccionados en semilleros del estado y puestos a cargo de tutores, en ocasiones disfuncionales y/o con antecedentes por violencia. Empieza bien la cosa.