En una aldea arrasada por la peste, Agnès sobrevive de forma sobrenatural a una plaga que ha terminado con todo rastro de vida. Mientras los cadáveres se amontonan a su alrededor y el miedo y la desesperación aumentan, es ella la encargada de que todo siga funcionando con aparente normalidad. Un día, y tras dejar el cadáver de su hermana en la fosa común, se encuentra con Giles, quien está a punto de compartir con Agnès la desesperanza y el dolor que el duelo deja a su paso. Juntos consiguen desafiar a la muerte con amor y, en mitad de esas pequeñas brechas de esperanza que crean en la intimidad, comparten sus miedos sobre lo que parece ser el fin del mundo.