Los Ángeles, 1971. Seymour tiene 27 años, es montador y trabaja para una compañía especializada en el llamado cine «exploitation» de bajo presupuesto. Seymour, su esposa y su bebé se afanan por salir adelante, mientras el primero escribe guiones por encargo y espera que llegue su oportunidad. Sammy Harkham nos introduce en un Los Ángeles oculto durante un momento crucial para la evolución de la industria, el tránsito entre el último estertor de los grandes estudios y el auge del cine independiente. La sangre de la virgen cambia en cada viñeta, el contexto se amplia a medida que la historia evoluciona y construye una intrincada telaraña de sueños y desengaños que permite al lector acercarse al núcleo del libro: el precio agridulce de alcanzar a ser uno mismo?