Forjado en el circuito de festivales como South by Southwest en los primeros 2000, el mumblecore sirvió de continuación low cost al cine indie de los 90 fagocitado por Hollywood y supuso un soplo de aire fresco que hizo de trampolín para figuras como Greta Gerwig, los hermanos Safdie, David Lowery o Josephine Decker, que acabaron adelantando por la derecha a pioneros como Joe Swanberg, Andrew Bujalski o los hermanos Duplass, cuyo momento de gloria vendría (signo de los tiempos) de mano de las plataformas de streaming.