narrativa. Valeria es madre, es hija, consume y trabaja. Pero no conduce su vida por el camino que tiene trazado y -como a todas las mujeres- le toca hacer el suyo propio. Es difícil cuando el mundo funciona por patrones (sociales, cerebrales, culturales, sexuales…) y se penaliza a quien se los salta.
Menos mal que existe el amor…Pero Valeria sabe que no es más que un proceso bioquímico, una alteración del llamado sistema de recompensa del cerebro. A Valeria le gustan los coños. Coños como el de Marta.