Presentada ya en el volumen anterior la pequeña ciudad en la que Beto Hernández ambienta sus historias, este segundo volumen profundizará un poco más en las desventuras de sus habitantes: Jesús, Heraclio, Chelo, Vicente, Humberto y, sobre todo, Luba, uno de los personajes más grandes que ha dado la ficción americana contemporánea.
Una gran obra para ser disfrutada una y otra vez. Pequeños mordiscos de amor, grandes mordiscos de vida que ocuparán un lugar en el corazón de cualquier lector inteligente y sensible.