Las cabezas de tres dirigentes políticos aparecen encapsuladas en sendos orbes de vidrio. Todo apunta a una venganza política, ya que los cadáveres pertenecen a miembros prominentes del partido, encausados en un juicio masivo por corrupción, y cuyas declaraciones podrían precipitar la caída del gobierno actual. Desde el momento en que aparecen los cadáveres, la vida íntima de Adrián, asesor en ciernes del gabinete de comunicación del partido gubernamental, colapsa, golpeada por su propio ascenso profesional, por las maquinaciones que sacuden el seno de su partido y por los movimientos de una élite en la sombra que va definiendo la trayectoria de un país donde solo rigen tres leyes: la ley de la selva, la del más fuerte y la ley del embudo.