Arquetipo del antihéroe que ni siquiera merece un pie de página en los anales de la Historia, Alan Ingram Cope fue un soldado anodino más entre los cientos de miles de jóvenes llamados a filas para combatir en la segunda guerra mundial. Medio siglo después, a la edad de sesenta y nueve años, su encuentro fortuito con el joven Emmanuel Guibert en la isla de Ré fue el germen de esta maravillosa historia. Fascinado por la profunda autenticidad del relato de Alan, Guibert se propuso plasmar en imágenes las vivencias de este veterano combatiente. Así, en interminables paseos por la playa, Alan habla y el artista escucha, y el resultado son estas hermosas páginas sobre la vida de un hombre sencillo y común cuya existencia estuvo marcada por el capricho del destino.